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San Rafael arcángel

diciembre 5, 2007

San Rafael arcángel

Rafael arcángel

A San Rafael se le reconoce principalmente como sanador de los enfermos. Los viajeros lo invocan para tener buen viaje;  también, aunque es menos conocido por esto, en ocasiones se le reconoce por ayudar a encontrar un buen esposo o esposa.

El arcángel Rafael es recordado en el libro de Tobías como uno de los 7 ángeles que están delante del trono de dios.

En la Biblia es representado como compañero de viaje de Tobías, a quien conduce, sabio, cariñoso y firme, por entre las asechanzas del mal, hasta un feliz matrimonio y la curación del padre de Tobías de su ceguera. Tobías se pone en camino para recuperar un préstamo concedido por su padre a un pariente. Al atravesar un río, Rafael mata un gran pez que ha atacado a Tobías, y aconseja al joven quitarle la hiel con la cual podrá curar a su padre de la ceguera. Al final dijo: “Yo soy el Ángel Rafael, uno de los siete que asistimos delante del Señor” (Tobías 12,15).

San Rafael

En la iconografía cristiana este ángel es el protector de los viajeros. Desde la antigüedad la Iglesia ha invocado a San Rafael como patrono de los caminantes, y como intercesor en el camino de la vida.

San Rafael

En el arte ha sido menos representado que los otros arcángeles, de hecho sus características iconográficas no son muy precisas, pero se le puede reconocer ya que por lo general se le representa con ropas de viaje, con un bastón en una mano y un pez en la otra, con clara alusión al suceso del libro de Tobías.

San Rafael arcangel

NOVENA A SAN RAFAEL ARCÁNGEL

( generalmente se reza para sanaciones )

Señor san Rafael mÍo, a ti llego con alegría y contento para que me remedies esta necesidad mia antes de los 21 días, y para que me acompañes y guies como acompañaste y guiaste al joven Tobias.

! Oh, fidelísimo compañero y custodio mío! destinado por la divina providencia para mi guarda tutelar, protector y defensor mio, que nunca te apartes de mi lado, y gracias te daré yo por tu fidelidad y amor que me profesas y por los muchos beneficios que a cada instante estoy recibiendo de ti; tu velas sobre mi, cuando estoy durmiendo, cuando estoy triste tu me consuelas, cuando estoy desmayado me alimentas, tu apartas de mi lado los peligros presentes y me enseñas a precaver los futuros, me desvías de los malos y me inclinas a los buenos, y me reconcilias con Dios y mucho tiempo hace que estaría ardiendo en el infierno si con tus ruegos y gemidos no hubiera detenido la ira del señor, te suplico no me desampares en las cosas adversas, modírame en las prosperidades, librame de los peligros y ayúdame en las tentaciones para no dejarme vencer jamás y lleva ante el acatamiento de Dios mis oraciones y todas mis obras buenas, consiguiendo que de esta vida sea trasladada mi alma en gracias de Jesús, María y José.
(se reza un Padre nuestro y un ave Maria el primer dia, dos el segundo y asi sucesivamente aumentando uno todos los días).

arcángel Rafael

ORACIÓN A SAN RAFAEL:

Oh Dios! que a tu siervo Tobías diste por guarda
y compañero al Bienaventurado Arcángel San Rafael
concédenos lo que te pido. Oh San Rafael! En el
nombre de Dios te pido al abrir mi puerta me des
suerte y salud como distes a Tobías y a la familia de Sara.
( Rezar 3 Padres Nuestros al glorioso San Rafael. )
* * * * *
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San Miguel arcángel

octubre 19, 2007

sanmiguelarcangel

(imagen: San Miguel Arcángel por Neri di Bicci)

Recordemos, tal como lo vimos en el post «¿cómo se clasifican los ángeles?», que los arcángeles constituyen el octavo de los nueve coros.

Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones más importantes en relación a los hombres.

Las Sagradas Escrituras reconocen solo a 3 de ellos:

Miguel, Gabriel y Rafael.

Se conocen otros 4 arcángeles que no aparecen en la Biblia por lo tanto no son reconocidos por la Iglesia, aunque pueden tomarse como referencia pues aparecen en los libros que no son parte del cánon de la Sagrada Escritura como lo son los libros apócrifos de Enoc, el 4º libro de Esdras y en escrituras antiguas de los judíos. Estos otros 4 arcángeles son:

San Uriel, San Barachiel, San Jehudiel y Saeltiel.

En esta ocasión hablaremos acerca de uno de los 3 arcángeles reconocidos por la Iglesia Católica:

SAN MIGUEL ARCÁNGEL:

san_miguel_arcangel

En la tradición judía y cristiana es el más noble de los ángeles y príncipe ó jefe de los ángeles. Se le considera ángel guardián de Israel, igualmente es reconocido como el custodio de la Iglesia; también es conocido dentro del Islam.

La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.

San Miguel ha sido conocido como patrón de los enfermos, de los tenderos, de los marineros y de los soldados. También es el santo patrón de Alemania.

Es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno. En ocasiones también aparece sosteniendo escalas o una bandera, y blandiendo una espada contra un dragón.

El 29 de septiembre es el día dedicado a la fiesta de san Miguel, aunque se dedica también a las festividades de los arcángeles san Gabriel y san Rafael.

El Arcángel San Miguel es considerado tradicionalmente como uno de los adversarios más potentes contra las fuerzas tenebrosas o infernales, y como un protector privilegiado para quienes le invocan. Suele invocársele para alejar a los enemigos. Para quienes sientan la necesidad de rezarle aquí está la oración con que se le pide su ayuda:

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú Príncipe de la milicia celestial, con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.

Amén.

* * * * *

Mas oraciones:

NOVENA A SAN MIGUEL ARCANGEL:

Modo de hacer la novena:

Puesto de rodillas, si es posible, ante algún altar o imagen de San Miguel Arcángel, levantando el corazón a Dios, que está presente y haciéndole una profunda reverencia de espíritu y ofreciendo todas sus oraciones, palabras y pensamientos, a mayor gloria suya, honra de la Virgen María y reverencia a San Miguel Arcángel y de todos los ángeles y santos del cielo, hará la señal de la cruz; y habiéndose santiguado, dirá de corazón: «Señor mío Jesucristo, etc.»

DÍA PRIMERO

Dios y Señor de los ángeles, a quienes encomiendas la guarda de los hombres: ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus y los del Príncipe de los ángeles, San Miguel, que por sí, y por medio de sus ministros, guarda la naturaleza humana, que me guardes de todo pecado, me concedas una pureza angélica y otorgues lo que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra.

Aquí rezará nueve veces el Padre Nuestro y Ave María, en honra de los nueve coros de los Ángeles, y de su príncipe San Miguel; después la oración siguiente.

ORACIÓN

Gloriosísimo Príncipe de la Corte del Cielo. Excelentísimo Arcángel San Miguel, gran primer Ministro de Dios, amigo de Jesucristo, y muy favorecido de su Santísima Madre, defensor de la Iglesia y abogado de los hombres: pues tanto favorecéis a vuestros devotos, haced que yo os sepa amar y servir, y alcanzadme del Señor lo que deseo y pido en esta Novena, a mayor honra y gloria suya y provecho de mi alma.

Aquí, con la mayor confianza y devoción que se pudiere, pedirá cada uno al santo Arcángel la gracia o favor que desee alcanzar en la novena.

ORACIÓN

Omnipotente y sempiterno Dios; que por Tu suma clemencia nombraste, para la salud de los hombres, al gloriosísimo San Miguel Arcángel Príncipe de tu Iglesia concédenos, que por su intercesión y eficaz auxilio merezcamos ahora ser defendidos de todos nuestros enemigos, en la hora de nuestra muerte seamos libres, y presentados benignamente ante el trono de tu Majestad excelsa. Amén.

DÍA SEGUNDO

Este día, como todos los demás siguientes de la Novena, se ha de hacer y decir lo mismo que en el primero, variando sólo la oración del coro angélico, que le corresponde a cada día.

Dios y Señor de los Arcángeles, a quien encomiendas los negocios gravísimos de vuestra gloria; por tales merecimientos gravísimos de vuestra gloria: ofrezco los merecimientos de estos nobilísimos espíritus y los de San Miguel Arcángel, que defendió vuestra honra y gloria contra Lucifer y sus ángeles, para que yo busque en todas las cosas vuestra mayor honra y gloria y me des lo que pido en esta novena. Amen.

DÍA TERCERO

Dios y Señor de los Principados a quienes encomendáis la guarda de los reinos, ofrezco los merecimientos de estos excelentísimos espíritus y los del príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel, guarda mayor de todos los reinos cristianos, para que guardes mis sentimientos y potencias de todo desorden y desobediencia a vuestras leyes divinas y me concedas lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria. Amén.

DÍA CUARTO

Dios y Señor de las Potestades, quienes tienen especial poder para refrenar los demonios; ofrezco los merecimientos de estos poderosísimos espíritus y los de vuestro siervo, San Miguel Arcángel, que alcanzó sobre los demonios la mayor victoria y con la misma facilidad pelea continuamente contra ellos, en favor de los hombres, para que me defiendes de todas las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne y me des lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

DÍA QUINTO

Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales haces milagros propios de vuestro soberano poder, gobernando la naturaleza, para que os sirva a vuestra gloria: ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos espíritus y los de San Miguel, principal instrumento de todas las maravillas que se hacen en el mundo, para que me concedas, que vencidas las malas inclinaciones de mi corrompida naturaleza, conserve y aumente vuestra gracia y consiga lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

DÍA SEXTO

Dios y Señor de las Dominaciones, las que presiden a los coros inferiores y son ministros de vuestra providencia, os ofrezco los merecimientos de estos eminentísimos espíritus y los de vuestro primer ministro San Miguel, para que me concedas perfecto señorío sobre mis pasiones y perfecta obediencia a todos mis superiores y la gracia que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

DÍA SÉPTIMO

Dios y Señor de los Tronos, en quienes descansas, como en el trono de vuestra gloria y os sientas como en tribunal de justicia: ofrezco los merecimientos de estos altísimos espíritus y los de San Miguel Arcángel, trono de vuestra grandeza y ministro supremo de justicia, para que concedas, que yo me juzgue a mí mismo con rigor, para ser después juzgado con piedad y consiga lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

DÍA OCTAVO

Dios y Señor de los Querubines que están adornados de perfectísimas sabidurías: ofrezco los merecimientos de estos sapientísimos espíritus y los de San Miguel, príncipe de los sabios del cielo, por quien enseñas a vuestra Iglesia las verdades que necesita saber para que me enseñe a temerte y amarte, que es la mayor sabiduría y que me concedas lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

DÍA NOVENO

Dios y Señor de los Serafines que se abrazan a vuestro amor: ofrezco los merecimientos de estos ardentísimos espíritus y los de vuestro amado y amante San Miguel, para que yo os ame, único Dios y Señor mío, sobre todas las cosas, con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas; y para que me concedas lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

ORACIÓN

¡Oh soberano Arcángel! ¡Oh excelente príncipe de la corte del cielo! ¡Quién no os será muy devoto desde hoy, si así favorecéis a vuestros devotos? ¡Quién no os servirá con mucho cuidado, si de esta manera pagas los servicios que os hacen? Mas para que yo os ame, basta saber el amor que me tienes al que no puedo corresponder, con igual amor. Pero ya que con obras no puedo responder a tantas mercedes, recibe mis palabras y afectos. Gracias te doy, ¡oh excelso y sublime espíritu!, porque defendisteis la honra y gloria de mi Señor Jesucristo y por todos los servicios que en toda la vida le hicisteis a Él y a su Santísima Madre.

Gracias os doy por el ángel que has destinado para mi guarda y por los otros beneficios generales y particulares que por vos o por medio de vuestros ángeles me has hecho, los cuales no conozco bastante en esta vida, ni los puedo dignamente agradecer y por eso pido y suplico al ángel de mi guarda, que en mi nombre te los agradezca y juntamente los que has hecho a toda la naturaleza humana; y principalmente a la Santa Iglesia, de que yo soy miembro. Yo me gozo de todos los privilegios, gracias, prerrogativas, dignidades y dones naturales y sobrenaturales con que el Señor te ha honrado y enriquecido y doy al Señor eternas gracias por ellos, porque así quiso exaltarte y hacerte su privado y favorecido entre todos los ángeles.

Defiéndeme, ¡oh valerosísimo capitán de los ejércitos de Dios! Envía en mi socorro vuestros soldados, para que me defiendan de los demonios y no me rindan a sus combates y tentaciones. Manda vuestros ángeles que me guíen para no andar errado; que me alumbren para que no camine ciego y que pongan sus manos para que no tropiecen mis pies en el camino peligroso, de esta vida. Asistid con vuestros ángeles, a mi muerte y alcanzadme del Señor contrición verdadera de mis culpas, para que presentada por vuestras manos ante el trono de la Santísima Trinidad, entra en posesión de la gloria, donde alabe al Señor para siempre dar perpetuas gracias de haber conseguido con vuestra intercesión la bienaventuranza. Amén.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

POR EL PAPA LEÓN XII

Gloriosísimo príncipe de los ejércitos celestiales, San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra los principados y las potestades, contra los caudillos de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires

¡Ven en auxilio de los hombres que DIOS hizo a su imagen y semejanza, y rescató a gran precio, de la tiranía del demonio!.

A tí venera la Iglesia como su guardián y patrono. A tí confío el Señor las almas redimídas para colocarlas en el sitio de la suprema felicidad. Ruega, pués, al DIOS de paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, quitándole todo poder para retener cautivos a los hombres y hacer daño a la Iglesia.

Pon nuestras oraciones bajo la mirada del Altísimo a fin de que desciendan cuanto antes sobre nosotros las misericordias del Señor, y sujeta al dragón, aquella antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, para precipitarlo encadenado a los abismos, de manera que no pueda nunca más seducir a las naciones.

Nota:

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